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Susurros de un divorcio

Un divorcio, aún en la mejor circunstancia posible, es doloroso. El alivio que podría sentirse, posterior a un divorcio, demora un poco en llegar. Entre más conflictiva haya sido la relación, peor es el divorcio.



Tenemos un caso en la palestra: Jhonny Depp y su expareja Amber Heard. Nos están mostrando lo que sucede en muchos divorcios, pero poco se habla de ello.


Cuando uno se casa, basado en el amor, no piensa que va a divorciarse, salvo que sea un matrimonio arreglado o por conveniencia. En la mayoría de los casos, se compra la idea de que el matrimonio es para toda la vida y luego nos damos cuenta de que no necesariamente es así.


Cuando llega el momento de la separación se rompen muchos esquemas y muchas cosas que esperábamos de la relación, de la pareja, de la familia. Son demasiados aspectos involucrados en un divorcio.


El divorcio es una gran solución en muchos casos, pero también creo que uno debe asegurarse de que ya no hay nada que hacer antes de divorciarse para que puedas hacerlo con paz y tranquilidad.


Cuando se trata de parejas, siempre pregunto si esta persona ama a su pareja. Si la respuesta es “, pero se ha hecho insostenible la relación”, significa que las cosas pueden arreglarse, más aún si hay amor. Sin embargo, cuando ya no hay amor, la costumbre es más fuerte. Nos quedamos en esa relación que es de todo menos buena y ese es el legado que dejamos a nuestros hijos.


Ambos miembros de la pareja son afectados, pues cambian sus estándares de vida: él tiene que darle manutención a sus hijos, vivir en otro lugar, mientras que ella pierde su apoyo económico, más aún si ella no ha trabajado hasta ese momento.


Con lo doloroso que puede ser un divorcio se puede salir adelante y se puede mantener una relación cordial con la expareja, se puede ser feliz contigo misma, o incluso si tienes una nueva pareja. No te quedes en una relación en la que no eres feliz por miedo a quedarte sola o solo; a no saber cómo mantener a tus hijos; a qué va a ser para la otra persona.


Generalmente, somos las mujeres, quienes tomamos el primer paso para divorciarnos, porque nosotras tenemos aquello de donde venimos (un útero, senos) y aunque parezca mentira, esto influye para que sea un poco más fácil separarnos. En el caso de los hombres, ellos tienen una gran conexión con la mujer (y su origen).


Nos acostumbramos tanto a una persona que la separación es dolorosa, porque piensas que tu matrimonio será para toda tu vida. Ese es un mito. Uno no se casa, como suelen decir los sacerdotes y los jueces: “hasta que la muerte los separe”. En mi caso, mi esposo y yo acordamos que “nos mantendremos casados, mientras existiera amor y respeto entre nosotros”. Ambos sabemos que no es para toda la vida.


Cuando se llega a un divorcio es lamentable cuando sale la parte más hostil: aquellos trapos sucios. La gente y la sociedad se asombra por estos hechos, pero lo cierto es que es más común de lo que se cree, solo que a veces es tan doloroso que no lo hablamos (abusos, insultos, maltratos, etc.).


Uno no es responsable de los abusos que sufrimos a manos de tu pareja, pero si eres responsable por traer este tipo de parejas a tu vida.


El juicio entre Jhonny Depp y Amber Heard es una muestra de cómo evitar divorcios de este tipo. Para ello, si aún hay amor entre tú y tu pareja se trata de hacer lo posible para que funcione. Pueden recibir terapias; busquen una conversación entre ambos y detenerlo cuando se alza la voz; tener un mediador.


Un divorcio es como si esa persona se muriera, pero está viva. Aún sabiendo que es lo mejor para ambos, cuando dos personas se divorcian se divorcian dos. Cada miembro de la pareja es responsable del 100% de lo que ha sucedido en la relación; por lo tanto, es responsable de haber llegado al divorcio, aunque uno de ellos no lo haya querido.


Antes de llegar al divorcio, pregúntate hasta dónde eres capaz de llegar para que haya una mejor relación de pareja. Cuando uno se hace responsable de lo que trae a su vida, entonces no se llega al punto de un divorcio como el de Depp.


Las exparejas dejan un espacio libre para que llegue la pareja que tienes o una que esperas, pero también te permite resolver contigo misma aquello que quedó pendiente en tu anterior relación.


Cuando llega el divorcio, honremos lo bonito que fue tener a la persona a tu lado. Lamentablemente, solemos quedarnos con lo peor de la relación y no es justo para nuestro corazón y salud mental. Por ello, cuando uno se divorcia, hay que hacerlo desde ese amor que nos unió y que ahora cambió, pues ya no se ama como pareja, pero si como amiga o amigo. Entonces, en vez de hablar de divorcio, dolorosa solución, podamos decir divorcio, amorosa solución.



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