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El macho herido en la mujer



Toda mujer lleva dentro de sí misma un masculino tirano que la reprime, la controla y la inhibe de ser la mujer que merece ser. Yo le llamo el macho herido, también conocido como el ‘patriarca interno’.


El patriarca interno viene viajando en nuestro legado ancestral femenino. Nació en la energía masculina de nuestras madres ancestrales. Su misión era protegernos, mantenernos tranquilas, evitar sanciones del verdadero patriarca. Muchas veces le escuchamos decir a nuestra madre, tía, abuela o la mujer que cuidaba de nosotras cuando éramos niñas cosas como:


  • Ponte los zapatos que a tu papá no le gusta que andes descalza.

  • No hagas ruido que tu papá está durmiendo.

  • Pórtate bien o se lo digo a tu padre.

  • Compórtate como una niña educada.

  • "Eso" no lo hacen las chicas buenas.

  • No te vistas así, pareces una p...

  • ¿Qué va a pensar la gente de ti?

  • A los hombres no les gustan las mujeres alborotadas.


Fueron decretos de lo masculino autoritario en las mujeres ancestrales. En la medida que fuimos creciendo, fuimos interiorizando aún más todos esos mandatos inhibidores. Esa energía masculina patriarcal creció dentro de nosotras convirtiéndose en la voz interna que critica y enjuicia a la mujer adulta impidiéndole ser ella misma.


Es el macho herido en la mujer el que cuando ve a una chica de falda corta y sexy dice: "parece una puta" o cuando una mujer deja a sus hijos con su marido: "que mala madre es" o cuando tienes que salir a trabajar o de viaje, te hace sentir culpable por dejar a tus hijos de lado y darles suficiente atención. El patriarca interno está constantemente vigilando el comportamiento de la mujer. Tanto si la mujer hace o no hace, será objetivo de sus juicios, sobre todo si ella no se comporta como los estándares aceptados en la sociedad patriarcal que vivimos.


En algunas mujeres este patriarca interno tiene más fuerza que en otras. Recientemente en una clase que dictaba, les recomendaba a unas chicas algunas actividades que les ayudara a cultivar lo femenino sagrado y cuando mencione que podían reunirse a tejer (entre otras) una de ellas dijo: ¡lo que me faltaba! Es el patriarca interno el que aprueba que estudies carreras como Ingeniería, Derecho, Arquitectura, Matemáticas, es decir, carreras de hombres ‘apropiadas’ para la mujer porque esas profesiones de hombres le darán valor a la mujer. ¡Mientras tanto, por otro lado, desvaloriza actividades femeninas como tejer!


El patriarca quiere que te quedes en casa cuidando los niños, pero al mismo tiempo desvalida esa actividad per se. Por un lado, aprueba carreras masculinas para ella, pero la crítica si ella deja el hogar para ir en la consecución de sus sueños. Quedarse en casa, cuidar a los niños, reunirse con amigas a charlar, conversar, pintar, tejer e inclusive tomar cursos para mujeres, son actividades que la parte masculina en la mujer descalifica.


MUJER, presta atención cuales son los juicios que le haces a otras mujeres, las creencias que tienes sobre las mujeres en general, no a nivel consciente, desde allí seguramente dirás cosas hermosas de la mujer. Respira profundo varias veces y pregúntate a ti misma dejando que fluya tu respuesta de manera espontánea. Conocer los pensamientos que tienes interiorizados de las mujeres, será tu primer paso para convertir tu masculino tirano en un hombre sabio que te apoye.


Zureya Queipo-Lopez


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