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Los padres hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos. La mayoría somos buenos padres. Queremos lo mejor para nuestros hijos que se traduce en una mejor calidad de vida de la que hemos tenido.
Sin embargo, pocas veces se habla de cómo fomentamos en nuestros hijos la fortaleza, sus convicciones, la pasión, pensamientos positivos de sí mismos. De hecho, no se habla ni se enseña de autoestima, pero es imprescindible.
Presta atención en cómo le hablas a tus hijos, porque muchas veces como padres solemos minimizar sus logros y presionar, evitando su amor propio. Cuando criticamos o ignoramos, le estamos quitando interés sobre lo que ellos consideran importante.
Si quieres fortalecer la autoestima de tu hijo, haz que se sienta importante por la persona que es desde el momento que nace.
Aquí les dejo algunos tips:
Si tienes un mal día dile a tus hijos que estás de mal humor y que no tiene nada que ver con ellos. Así, le estás enseñando que es válido sentirse mal y, a su vez, están respetando los espacios.
Si tu hijo sacó una mala nota en el colegio, no le saques en cara todo lo que haces por él o ella, sino escúchalo y motívalo a mejorar esa nota. Hazle saber a tu hijo que lo más importante es cómo se siente con respecto a la nota.
Los hijos no nacieron para complacer a los padres. A veces tenemos hijos para cumplir aquello que no pudimos lograr, pero ellos también tienen sus propios sueños.
Existen estudios que indican que 9 de cada 10 veces los padres juzgan a sus hijos: no grites, no llores, siempre molestas, etc. Sin embargo, los niños saben y son inteligentes. Intenta hacer el ejercicio de tratarlo bien, de no catalogarlo, porque de lo contrario, necesitará terapia.
Lo más importante es la autoestima de cada ser humano. Enséñale a ser empático con las demás personas. Valida los sentimientos de tus hijos.
Sé la madre y el padre que tu hijo o hija merece tener. Crea un mundo mejor para ellos.